Beirut, Líbano | AFP | viernes 04 de septiembre de 2020
Es una búsqueda inaudita y cargada de esperanza que se lleva a cabo con las manos y un gran cuidado, conforme los equipos de rescate chilenos y los miembros de la Defensa civil libanesa se acercan al lugar donde podría haber una persona aún con vida, comprobaron fotógrafos de AFP.
El equipo especializado de los socorristas chilenos, que pertenecen a la unidad Topos Chile, llegó hace pocos días a Beirut y el jueves, gracias a un perro rastreador y escáneres térmicos, detectaron pulsaciones bajo los escombros de un edificio destrozado por la explosión del 4 de agosto, que dejó al menos 191 muertos y 6.500 heridos en la ciudad.
Hacia las 18H08 hora local, momento en el que se produzco la explosión hace un mes, se organizaron ceremonias de conmemoración en las que participaron familiares de las víctimas y se guardó un minuto de silencio, en el puerto y en la sede de un cuartel de bomberos cercano --diez de sus miembros murieron en la tragedia--.
A los pies del monumento erigido por el ejército en el puerto, y en el que figuran los nombres de las víctimas, algunos depositaron rosas blancas.
"Aún no sabemos cómo se produjo la explosión, lo que ocurrió y quién es responsable", lamentó Michelle, la hermanda de Joe Antoun, un empleado del puerto fallecido en la deflagración.
El hermano de un ingeniero que igualmente murió ese día reclamó "justicia".
- "Latidos" -
El viernes la atención se centraba en los esfuerzos para salvar a un posible superviviente bajo los escombros, después de que los escáneres detectaran "latidos cardíacos".
"Trabajamos sin descanso desde la noche. Hemos retirado los escombros, pero todavía no hallamos nada", declaró a la AFP el director de operaciones de defensa civil, George Abou Moussa.
"Tras haber retirado los escombros grandes, realizamos nuevos tests para vigilar el ritmo cardíaco o la respiración, que revelaron un débil ritmo (...) siete latidos por minuto", declaró este viernes Nicolás Saadeh, que coordina las tareas de búsqueda entre el equipo chileno y defensa civil.
Líbano no posee los equipos ni la capacidad técnica para hacer frente este tipo de catástrofes. Varios países enviaron rápidamente equipos de socorristas y asistencia técnica tras la explosión.
- Ciudadanos indignados -
Los Topos nacieron tras el fuerte terremoto de México en 1985, que dejó más de 10.000 fallecidos, cuando un grupo de voluntarios comenzó a ayudar a los equipos de emergencia que estaban superados por la tragedia. Hoy, hay Topos en varios lugares de mundo, entre ellos Chile, y son brigadas civiles especializadas en tareas de rescate complicadas.
La interrupción de las tareas de búsqueda en el edificio del centro de Beirut el jueves por la noche provocó comentarios de ira en las redes sociales, en las que los ciudadanos volvieron a arremeter contra las autoridades, consideradas responsables de esta tragedia por su descuido.
El ejército afirmó este viernes en un comunicado que los trabajos fueron suspendidos por dos horas durante la noche "debido al riesgo de derrumbe de uno de los muros fisurados del edificio".
Según el ejército, aún hay siete personas desaparecidas tras la explosión. El Banco Mundial calculó que los destrozos materiales y las pérdidas económicas generadas por este drama ascienden a entre 6.700 y 8.100 millones de dólares.
Las autoridades estiman que la explosión fue provocada por 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas sin las debidas medidas de precaución desde hace años en el puerto de Beirut. Según los medios locales, la cantidad que explotó fue menor.
El jueves, el ejército dijo que había descubierto contenedores con unas cuatro toneladas de nitrato de amonio en el puerto, sin precisar si esta cantidad forma parte de las 2.750 toneladas iniciales.
El juez libanés encargado del caso escuchó el jueves el testimonio del primer ministro saliente, Hassan Diab, que se convirtió en la primera autoridad del país en prestar declaración. En las últimas semanas se detuvo a 25 personas en relación a la tragedia.
La explosión agravó la situación de un país ya en crisis política y económica.
El gobierno de Diab dimitió el 10 de agosto y Mustapha Adib fue elegido primer ministro bajo una presión internacional creciente, sobre todo francesa.
Adib se comprometió a formar un gobierno de expertos rápidamente para restablecer la "confianza de los libaneses", que desean una renovación total de sus dirigentes.
© Agence France-Presse
FUENTE: Redacción