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Saudíes aplicarían represalias por demandas sobre el 11Sep

Arabia Saudí y sus aliados advirtieron que la legislación estadounidense que permite demandar al reino por los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 tendrá repercusiones negativas.

El reino alberga un arsenal de herramientas con las cuales desquitarse, incluida la restricción de contactos oficiales, el retiro de miles de millones de dólares de la economía estadounidense, y persuadir a sus aliados cercanos en el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo (CCEAG) que reduzcan la cooperación antiterrorista, las inversiones y el acceso de Estados Unidos a importantes bases aéreas en la región.

"Esto debería ser claro para Estados Unidos y el resto del mundo: Cuando un Estado del CCEAG es blanco de una agresión injusta, los otros lo apoyan", dijo Abdulkhaleq Abdullah, un especialista en los emiratos del Golfo Pérsico y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de los Emiratos Árabes Unidos.

"Todos los Estados respaldarán a Arabia Saudí en toda forma posible", señaló.

Cuando Arabia Saudí quiso presionar a Qatar para que limitara su apoyo al grupo Hermandad Musulmana en Egipto, encabezó un retiro sin precedente de embajadores árabes del Golfo Pérsico de Doha en 2014 y en esencia aisló dentro del CCEAG a la pequeña nación rica en gas.

Cuando la canciller sueca Margot Wallstrom criticó fuertemente el historial de Arabia Saudí en materia de respeto a los derechos humanos el año pasado, el reino desató una intensa ofensiva diplomática que sacudió la posición de Estocolmo en el mundo árabe y amenazó los intereses comerciales suecos en el Golfo Pérsico. A la larga Suecia se retractó.

El miércoles, el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos votaron a favor de anular el veto del presidente Barack Obama a una legislación sobre el 11 de septiembre de 2001, y los legisladores argumentaron que su prioridad no era Arabia Saudí, sino las víctimas de los ataques terroristas de aquel día fatal y sus familias.

Chas Freeman, ex subsecretario de Defensa de Estados Unidos para asuntos de seguridad internacional y embajador ante Arabia Saudí durante la ofensiva bélica conocida como operación Tormenta del Desierto, dijo que los saudíes podrían responder en formas que ponen en riesgo intereses estratégicos estadounidenses, como la emisión de reglamentos permisivos para sobrevolar entre Europa y Asia y la base aérea de Qatar desde la que las operaciones militares de Estados Unidos en Afganistán, Irak y Siria son dirigidas y respaldadas.

"El avinagramiento de las relaciones y la restricción de contactos oficiales que esta legislación inevitablemente produciría también podría poner en riesgo la cooperación saudí contra el terrorismo antiestadounidense", agregó.