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Panamá a la espera de que EEUU acepte revisar su ley migratoria con Cuba

Nueve países de América Latina, entre ellos Panamá esperan que Washington responda la propuesta de realizar una reunión para examinar su política que promueve la emigración ilegal de cubanos hacia Estados Unidos, dijo este martes la canciller panameña, Isabel de Saint Malo.

La funcionaria recordó que, junto a otros ocho ministros de relaciones exteriores de la región, firmó una carta con la solicitud dirigida al secretario de Estado, John Kerry, pero "todavía no hemos recibido respuesta".

En esa misiva, los cancilleres de Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá y Perú expresaron su preocupación por la Ley de Ajuste Cubano, que desde 1966 privilegia con permisos de residencia y trabajo a los cubanos que llegan a Estados Unidos.

"Vamos a esperar a tener respuesta para entonces sentarnos a discutir y encontrar una salida conjunta" a una realidad "que está afectando a la región y que tiene que ver con derechos humanos", expresó De Saint Malo.

Las políticas de Washington estimulan el flujo desordenado, irregular e inseguro de cubanos que, arriesgando sus vidas, transitan desde Perú hasta México para arribar a un punto fronterizo estadounidense, alegan los países latinoamericanos.

"Estas personas, en extrema vulnerabilidad, son víctimas de las mafias dedicadas al tráfico de migrantes, la explotación sexual, y los asaltos colectivos. Esta situación ha generado una crisis que afecta a nuestros países", señala el documento.

El acercamiento diplomático entre Washington y La Habana ha provocado un aumento en el flujo de salida de cubanos que temen que la Ley de Ajuste sea derogada.

El canciller ecuatoriano, Guillaume Long, pidió el lunes a Estados Unidos "cambiar su política dado que está generando una crisis migratoria" con una medida "discriminatoria.

Sin embargo, De Saint Malo reconoció que la situación es "compleja" porque hay que tener en cuenta elementos de seguridad de los países y los derechos humanos de los propios migrantes cubanos.

En lo que va del año, las autoridades panameñas brindaron ayuda humanitaria a unos 9.000 migrantes irregulares, la mayoría haitianos y cubanos, que lograron acceder al país por la selva inhóspita del Darién, pese a que Panamá mantiene cerrada su frontera terrestre con Colombia.

Nicaragua ha prohibido el paso por su territorio a estos inmigrantes irregulares, por lo que varios miles se mantienen varados en Costa Rica a la espera de seguir su periplo.

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