La disminución del trabajo infantil en Panamá ha hecho posible que en un corto plazo el país pueda ser declarado libre de esa lacra por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), informó hoy el Gobierno panameño.
Morales calificó esta como una de las tasas más bajas de la región, y la mejor de Centroamérica.
La economía de Panamá, el crecimiento del empleo para los adultos y "políticas redistributivas", han hecho posible que los niños sean enviados con mayor frecuencia a la escuela, y no al trabajo.
El Comité para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección de la Persona Adolescente Trabajadora de Panamá aún tiene el desafío de brindar una mejor cobertura de servicios estatales y una efectiva conexión al empleo en las zonas indígenas y rurales, donde se concentra el 75 % de la mano de obra infantil, apuntó Morales.
La agricultura, según fuentes de Naciones Unidas, es la actividad que concentra a la mayoría de los niños trabajadores de Panamá y, además, es uno de los sectores "más peligrosos" porque implica el levantamiento de cargas pesadas, el contacto permanente con productos químicos y el riesgo de contraer enfermedades o sufrir picaduras.
Aunque América Latina y el Caribe ha logrado reducir en los últimos años en 7,5 millones el número de niños trabajadores, 13 millones de menores de la región, un 8,8 %, sigue siendo víctima de este problema, con cerca de 9 millones ejecutando tareas de riesgo, especialmente en agricultura, pesca, servicio doméstico, minería y ventas ambulantes.